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sábado, 20 de noviembre de 2010

Lo que causa la noche

Espero poder describir el silencio pasivo que me rodea. 

Sentado…
bajo esa luz opaca que ilumina las cuatro paredes, 
me detengo a pensar a través de ellas,
formo mi propio concepto,
un corazón que late en un insignificante rincón del universo.

Y me encuentro pensando…
en tus labios, en tus besos,
en tus manos, en tus caricias,
en tus ojos, en tu mirada.

No pienso en nada más, no deseo hacerlo.
Cada momento compartido revive una y otra vez en mi memoria,
siento tu cariño, 
y no pienso más que en ello.

Cómo la cortina se mueve con el poco viento externo,
cómo desear tenerte de nuevo,
imaginar besarte una vez más en la vida,
volver a sentir tus caricias,
perderme profundamente en tu mirada.

Si tan sólo pudiera retroceder el tiempo,
y advertirme que ese día sería nuestro último encuentro…
te abrazaría y me aferrara a tu cuerpo,
te vería a los ojos
y si no fuera suficiente lo que dijera con la mirada,
te besaría intensamente,
para que entendieras
 que te amo. 

Cómo te extraño…

Gianpaolo Sotomora Caridi (2010)

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