Etiquetas

martes, 28 de febrero de 2012

Desahuciar la agonía que llevo dentro

Te regalo la lágrima que recorre mi rostro en este momento.
Si tú eres la dueña de esto y nadie más lo entenderá, dime…
¿Cómo explico esto que siento?
¿Con qué puedo llenar este vacío que me consume en su silencio?

Soy un vagabundo que no busca posada en ningún otro lugar,
como tampoco dar lastima ajena; si me refiero a la tuya.

Me siento como un ciego que de pronto se quiere levantar
para ir hacia alguna dirección, pero no sabe que camino tomar. 

Tengo tantas ganas de gritar como un desquiciado,
sin pretender llamar la atención.

Quiero deshojar el sollozo suspiro que acorta el aire
y recorre mi rostro de forma marchita como pétalo de flor.

No quiero mostrar al mundo cuanto valió el latido de tu  insignificante sentimiento,
pero si expresar la dignidad que ya no tengo.

Que intenso es no olvidarte y recordarte todo el tiempo,
por  hoy… me dejaré llevar con la calma de la noche,
esperando ya nunca regresar,
para que al despertar…
ya no existas más.

Gianpaolo Sotomora Caridi (2012) 

martes, 7 de febrero de 2012

De esta historia, la mitad

¿Seré infiel si tan sólo me pasara por la mente el deseo de besarte?

Eres tan atractiva a mis ojos.
El que lo seas para mí…
lo es TODO.

Si no existiera esa barrera invisible entre los dos,
podría decirte que te amo sin tenerte,
que te deseo hasta la muerte…
que me duermo con la idea de encontrarte
para ya no imaginarte,
para dejar de sentirte en las palabras dormidas
que ya no escribo más,
y dejar de soñarte,
de pensarte,
de sentirte,
de encontrarte,
de desearte,
de besarte,
de amarte,
y así, sucesivamente 
hasta nunca llegar al final…

Gianpaolo Sotomora Caridi 

jueves, 2 de febrero de 2012

Cómo te hago entender…

Cómo te hago entender…
que el abrigo de un te amo ya no cubre más esta piel,
que los besos de tus labios ya no logran la vela encender.

Cómo te hago entender…
que siempre estuve esperando, pero nunca llegó el amanecer ,
que el camino fue largo, pero tú nunca lo quisiste ver.

Ahora te dejaré volver,
espero que de algo sirva lo que aprendimos ayer.
No toques mi puerta, que ni la ventana abriré.
Las caricias que dejamos tiradas
no las podremos  volver a recoger.

Cómo te hago entender…
que mi advertencia era un grito tan fuerte
para que pudieras volver,
más tú no lo quisiste entender. 

Cómo te hago entender…
que tu indiferencia me logró detener,
 de intentar buscar tus ojos y quererte volver a ver.

Gianpaolo Sotomora Caridi (2012) 

foto

foto