A mi única hermana

Hermanita…

durante nueve meses

tu vientre ha sido capullo

de una hermosa perla,

utensilio perfecto de Dios

para traer

un ángel a la tierra.

Un alma inocente

que surge con tanto amor,

respira desde tus adentros

el latido de tus caricias

y tus besos.

Manto que abriga con su calor

un corazón que espera el día

de venir a la vida

y que desde ya en tus manos confía.

Sagrada profesión,

llena de orgullo…

siente de ahora en adelante

la bendición

de llamarte madre.

Gianpaolo Sotomora Caridi (2010)

Dedicado a: Sofía Sotomora

Distancia Profunda

Somos tan efímeros

que nos encontramos sin coincidir

en el mismo pensamiento,

viviendo realidades distintas,

en lugares diferentes,

pero compartiendo el mismo cielo

de esta noche.

Yo en mi mente,

con el anhelo

de que coincida este sentimiento

de querer verte de nuevo.

Y tú,

sin volver a verme jamás,

te iras sin saber

 que te estaré pensando

mañana por la mañana...  

cuando te despiertes.

Gianpaolo Sotomora Caridi (2008)

Dedicado a: Raquel 

Algún sueño

Hoy tuve un sueño,

vaya sueño el que tuve,

te soñé de pies a cabeza

y de cabeza al mundo me pusiste.

Estabas ahí,

nada más allí,

parada sin hacer nada,

deteniendo el alba

de la oscuridad

y la luz inmensa,

juntando el cielo

con la tierra,

besando la luna

y al sol al mismo tiempo.

Eras tan real

que me perdí en tu sabor,

pero con el tiempo

te llevó el viento,

convirtiéndote en un recuerdo

de algún sueño.

Gianpaolo Sotomora Caridi (1999)

Los Ángeles

La tarde que te vi llover,

pasaban gotas de agua

que murmuraban nostalgia.

Esa misma tarde nublada y fría

recogía en su mirada

los pasos largos que recorrías,

traían consigo tu recuerdo vivo

ante los presentes,

que igual a los ángeles,

compartían el llanto de tu partida.

Antes de caer la noche,

justo cuando la tarde

desprende su llanto,

se confirma tu llegada a la luz

de un nuevo día,

que te abraza y te vuelve parte

de donde has pertenecido

toda la vida.

Nosotros… tu elenco,

que tanto te queremos,

viviremos con la ausencia

del vacío que nos has dejado,

sabiendo que en algún lugar del cielo

tu mirada nos está viendo

y al mismo tiempo protegiendo.

Hoy, esta tarde…

te nos has adelantado

a ese mundo que es un misterio,

pero pronto nos encontraremos

ÁNGEL de mi recuerdo.

Gianpaolo Sotomora Caridi (2004)

DEDICADO A:

Olga Ignacia Guadalupe Rivera Marcus

(Mi mamá Olguita)

† Guatemala 27/05/04

Nací en ella y para ellas

Quiero dormir y nunca despertar,

más solo soñar,

elevándome al universo

entre senderos

y perderme entre sentimientos.

Como centro de inspiración

flotar en el éter,

creando historias

que naveguen al compás de un susurro

en mi memoria.

Viviendo solamente para ellas,

convirtiendo trazos a mano

en un mundo grato

formado de garabatos.

Dos pulseras

sujetan mi pie derecho a la tierra

volviéndome esclavo del sistema mundano,

mientras la otra,

desprende su libertad

 volando sobre su esfera.

Quisiera ser aire

y más nunca tocar tierra,

solo vivir dentro de ella,

escurriéndome entre el viento en silencio,

como alguien que mira

pero nadie sabe que respira,

como un fantasma,

que recolecta historias en su memoria.

Gianpaolo Sotomora Caridi (2003)

En silencio

No sé qué sea más conveniente,
      si amarte en silencio
              o esforzarme en olvidarte
   y pensar que fuiste
                 el sueño que tuve
                                  alguna vez.

Si te amo en silencio…
            moriría cada día,
                 mientras compartes
                                      tus besos,
pero tuviera en quien soñar,
       siempre en secreto,
                    ya sea despierto
                                 o durmiendo.

Si me esfuerzo en olvidarte,
             iría en contra de lo que siento,
                engañando mi corazón,

obligándolo en cierta manera
                                   a imaginar
                 que jamás has aparecido
      y que nunca has existido.

El pensar que fuiste el sueño
                  que tuve alguna vez,
       me hace sentir
            que te perdiste en un suspiro
  sin ningún motivo.

En cualquiera de las tres
                    salgo perdiendo,
                          en ninguna te tengo,
          y el ser sincero
      desvanecería los secretos,
                 podría matar el momento
           o bien ganarme el mundo entero
       al persuadir tus sentimientos
  con tan sólo
         decirte lo que siento.

No basta con decirte
                       te quiero,
          solo quiero que me creas,
    si esto no es
         estar loco por ti,
                          entonces…
         ¿por qué no me dejas desistir
                                     y dejarme dormir?
            Gianpaolo Sotomora Caridi (2006)

Tus huellas

No es lo que
estoy pensando,
ya que estoy durmiendo,
siguiendo tus huellas
que sin rumbo
y sin sentido,
guían mi camino
a un destino
desconocido.

Gianpaolo Sotomora Caridi (2006)

Estrella

A la luz de las estrellas fumando un cigarrillo

en medio de la noche,

solo yo y la presencia de Dios,

te veo en el firmamento sonriendo.

En tan sólo un segundo paro el tiempo

y me quedo ahí estancado,

viendo el reflejo de la luna

que me dice que no te he olvidado.

Cómo olvidarme de ti amiga mía

si desde antes que te quiero,

cómo olvidarme de ti en la lejanía

si fuiste de mis amores el primero,

cómo pretender negarte,

cómo pretender perderte

y no quererte.

En mi corazón hay un lugar con tu olor,

tu recuerdo y nuestro amor

marchitado que nunca existió.

Miro tu retrato,

mi alma un poco mal,

ayer nos ametrallaron nuestro amor,

dar es amar.

Saque de mi cabeza tu nombre

y lo deje perdido en el horizonte,

pero de repente chocó

y la lluvia lo regresó rebotando.

Agarró de nuevo camino,

el cielo se puso a llorar,

la lluvia se puso a cantar,

y tú nombre me llegó llorando.

Por cada gota de agua,

luz transparente,

hacia el fondo del mar,

en un altar,

una estrella guardando nuestra historia

sin que nadie la pueda arrancar.

Gianpaolo Sotomora Caridi (2002)

Sobre mi piel

Entre las sábanas cubro ese frío

que surge dentro de mí.

En esa enorme oscuridad que me rodea,

se perfectamente que cuatro paredes

están ante mí presencia.

El cielo se dejó venir,

lo único que logro ver son esas pequeñas estrellas

que intensamente se dejan ver sobre mi piel.

Oigo el aire pasar,

sobre mi ventana va a rebotar,

no me deja en paz,

me repite una vez más

que me dejaste escapar,

una gota de agua da señal,

el cielo se puso a llorar.

Surge en mi mente tu imagen

que quise guardar,

la preferida del corazón,

la que no te deja marchar.

El sueño,

una vía fuera de la realidad,

le dice a mis párpados

que no aguantan más,

escojo escapar a ese lugar

fuera de lo normal

para tal vez poderte encontrar.

Mis labios tienen sed,

están sedientos de amor,

quieren tu sabor.

La neblina entorna mi ser,

no me deja ver,

percibo tu olor,

tu presencia se perdió.

Mañana un día nuevo será,

pronto amanecerá

y justo a las ocho

encontraré felicidad.

Gianpaolo Sotomora Caridi (2005)

Presencia Inexistente

El rostro de una mujer
esta aquí...
sobre las caricias de mis dedos,
palpable al tacto de mi mano,
tan pura como el aire que va pasando,
sin gesto alguno, 
guardando silencio,
contemplando mi mirada,
mientras complemento el resto de su cuerpo
en lo más profundo de mi pensamiento. 

Gianpaolo Sotomora Caridi (2010)