En una noche
te tomé entre mis brazos
y sin querer nos acariciamos.
Fue un momento de pasión,
dulzura y de ternura,
llegando a tal grado la situación
que la noción del tiempo desapareció.
Existía cierta magia
que rodeaba nuestras almas.
Sin ir muy lejos la locura llegó
y lo mejor a la luz de la luna,
fue tocar los labios de una bella criatura.
Fue tan romántico,
hasta que abrí los ojos y vi la luz del sol.
Todo se formo en pesadilla
al ver que no te tuve a mi lado
ningún día de mi vida.
Disculpa...
sin querer
te bese en mis sueños.
Gianpaolo Sotomora Caridi (2000)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario